lunes, 30 de julio de 2007

Una amistad sin confianza es una flor sin perfume. (Leon Daudí)

miércoles, 18 de julio de 2007

Si no crees en ti, entonces ¿en quién crees?


Te atreves a soñar? ¿De verdad, quieres crear una vida mejor? ¿Estás convencido de que el ser humano puede vivir en un paraíso? Compartiré contigo lo más difícil de este camino: creer en ti. ¿Tienes fe? Antes de que puedas creer en Dios tienes que creer en ti.

Si no crees en ti no sabes creer. Si crees en ti, entonces puedes creer. Si crees en ti y crees en Dios entonces sabes que eres una obra de arte de un creador tan hermoso y que como su obra tu también eres hermoso. Nuestros ancestros creían tanto en sus limitaciones que nos enseñaron a creer en sus creencias y a dudar en nosotros.

Cambiar



Cuando yo era joven, me propuse cambiar el mundo.

Al crecer un poco más, me percaté de que esto era demasiado ambicioso,

por lo que me propuse cambiar mi país.

Me di cuenta al hacerme mayor de que también era demasiado ambicioso,

de modo que me propuse cambiar mi ciudad.

Cuando advertí que no podría hacer ni siquiera esto,

traté de cambiar a mi familia.

Ahora que soy viejo, sé que debería haber comenzado por cambiar yo mismo.

Si hubiera empezado por mí mismo,

tal vez habría conseguido cambiar a mi familia, mi ciudad o aún el país...

y quién sabe, ¡quizás incluso el mundo!

Palabras de un rabino jasídico en su lecho de muerte

Una mala actitud es una de las principales causas del fracaso. Adoptar una actitud equivocada, nos puede inducir a cometer errores aunque todo lo demás esté bien hecho. Sin embargo, con una actitud correcta, aunque el resto esté equivocado, se puede alcanzar el éxito. Podemos construir el éxito a través de la actitud y no la actitud a través del éxito. Es de gran significado que el Creador le otorgara al hombre el control de poder delinear sus propios pensamientos, y que los mismos puedan calzar en el molde que él escoja. Una actitud mental positiva